Foto: Gloria Dostal Machnowski
Agarramos un vuelo y nos lanzamos a Miami. Para hacer unos shows durante el Winter Music Conference y tratar de colocar el nombre por allá. Creo que fue idea de Miguel. Había bandas de todas partes. Muchas de California. Nos encontramos a Alejandro caminando por ahí. En ese momento ya era manager de Fito.
Hicimos un recital pequeño en la tienda Esperanto que había en Lincoln Boulevard. Fue un éxito y los peatones se detenían a escuchar la banda y comprar algunos discos. Fue un viaje relámpago y todo se hizo rápido.
Miguel, Argel y yo nos quedamos en casa de un amigo de Miguel. Un buen pana que nos dio albergue por unos días. Selina y Cayayo se fueron a un hotel. Siempre estaban de luna de miel. Super happy los dos. En fin.
Esa misma noche tocamos en un bar que se llamaba The Rose. Eran dos o tres bandas cada noche y shows de 40 minutos. Tuvimos suerte. Al encargado y al tipo del sonido les gustó Pan y repetimos al día siguiente. Siempre aparece la familia de Cayayo que está dispersa por el territorio americano. Y suelen ser los mejores fans.
Luego tocó una banda de California. Casi todos mexicanos nacidos allá y una bajista americana. Ella me dijo una de las cosas más lindas que he escuchado al bajar del escenario: “It’s like you’re making love to your bass”. Sólo alcancé a balbucear: “Oh, thank you”. Esa noche servimos a la música y fue un logro. También el tipo del sonido se acercó a saludarnos.
Pan estaba sonando bien y era un placer estar con ellos.
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