Mi primer encuentro con los pacos fue un trauma. Obvio. ¿Quién iba a querer encontrarse a la PM? Venía solo en mi patineta, estaba a cien metros de la casa y me cerró el paso una patrulla de la Policía Metropolitana. Iban en un Ford, modelo 81, blanco, con el logo PM en las puertas.
Se abrió la puerta trasera, se bajó un tombo gordísimo y de un empujón me lanzó contra el piso. Cuando me incorporé, ya el paco estaba de vuelta en la patrulla con mi patineta en su mano.
Y arrancaron. Los pacos me habían tumbado.
En ese momento tendría 13 ó 14 años. Desde ahí sentí gran desprecio hacia ellos.
No recuerdo haberlos visto nunca ayudar a nadie. Eran unos malandros.
Temo que eso no ha cambiado. Ahora son despiadados.
Seguramente, recibían maltrato y malos salarios. Hoy debe ser peor.
En otra ocasión, los pacos nos cayeron a Ernesto Braun y a mí en el lugar donde se construía el Centro Consolidado. Hoy se llama Corpbanca. Esa vez nos apuntaron con sus armas.
Totalmente innecesario. Sólo para darnos un susto.
Por suerte logramos volver a casa con nuestras patinetas.
Pasarían unos años antes de lidiar con la GN. Fuimos a tocar en un bar cercano al Julius Pub, en Sabana Grande. Se llamaba la Cueva de Monterrey o algo así. Gustavo Atilano era manager de la banda. Tocaron una o dos bandas antes de nosotros. Cayayo era un menor y no debía estar ahí.
No habíamos empezado y apareció la Guardia Nacional. Kike Poleo, Cayayo y yo nos lanzamos bajo la tarima y nadie nos vio. Se llevaron a todo el mundo a la jefatura del Recreo.
Al día siguiente encontramos a todos bien. Había que estar pilas.
"Kike Poleo, Cayayo y yo nos lanzamos bajo la tarima y nadie nos vio"
ResponderEliminarJajaja, que brutal.
Estas anécdotas son muy lacras. Keep them coming.
Ze
La escena digna de "A Hard's Day Night", sans le british...
ResponderEliminar¿Cuál es el policía, Sr. Problema?